Chiapas, como Guanajuato, es otro estado en donde los asesinatos de mujeres aumentan mientras las autoridades hacen esfuerzos por ocultarlo. Las cifras recabadas Radio Nederland hablan por sí solas: En el 2012, en base a los informes de prensa (la Procuraduría no quiere dar cifras), hubo 97 muertes violentas de mujeres, de las cuales 52 puede calificarse –por las características que dice la prensa– como feminicidio. Este año, hasta junio, suman 52 mujeres las muertas en forma violenta, incluyendo suicidios y atropellamientos. Entonces, a junio de 2012 hubo 30 feminicidios. En junio de 2013 ya iban 38. El año pasado, entre abril y mayo se registró una muerta diaria, a veces dos, pero cerró casi con la misma cantidad. Entre junio del año pasado y junio de este año hay una diferencia de dos mujeres muertas en forma violenta y ocho feminicidios. En julio aumentó la cifra a tal grado que obligó al Gobernador de Chiapas, Manuel Velazco, a pronunciarse por primera vez...
Por Marta Durán de Huerta
Ciudad de México, 30 de octubre (SinEmbargo/Radio Nederland).– Con los primeros rayos de sol, los pobladores se acercaron a aquello que se asemejaba a un gusano gigante. La gente, intrigada, se fue juntando de manera silenciosa. Murmuraban entre ellos qué animal tan raro era ese que nunca antes habían visto en la selva.
Por fin alguien se atrevió a arrojarle una piedra y el gusano gigante se movió. Otro arrojó otra piedra y lo que parecía un capullo alargado se abrió. La abogada Martha Figueroa Mier salió de su bolsa de dormir y reclamó: “¿Por qué me avientan piedras?”
En ese lugar nadie había visto nunca un saco igual, y la creyeron un monstruo.
Martha Figueroa había llegado a la selva para seguir la denuncia de un feminicidio. Se trataba de Nuk, una niña de la Selva Lacandona que, como era habitual hasta hace un par de décadas, sus padres habían arreglado su casamiento.
La mano de Nuk fue pedida en matrimonio por Leo Bruce, sobrino del afamado antropólogo Robert Bruce que pasó casi toda su vida entre los lacandones. Leo fue a visitar a su tío y decidió quedarse a vivir con ese grupo indígena, pero con toda la modernidad y todas las comodidades norteamericanas.
Chan kin Viejo concedió la mano de su hija a Leo con la condición de que no la ‘desflorara’ hasta después de su primer período menstrual. Nuk era una niña cuando fue entregada a su verdugo que lo primero que hizo fue violarla con lujo de violencia.
Leo era un alcohólico furibundo que varias veces golpeó a la niña hasta dejarla inconsciente. Tras una borrachera, fue tal la paliza que le propinó a su joven esposa que la mató. Era el primer caso de feminicidio en Najá.
Fue la antropóloga francesa Marie Odile, que avisó a las autoridades y a Martha Figueroa, quien logró llevar a Leo Bruce a la cárcel de Ocosingo. Durante los primeros días del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994, los rebeldes abrieron las puertas de la cárcel para liberar a los presos políticos. Leo Bruce aprovechó la oportunidad y desapareció.
Martha Figueroa se convirtió en su némesis e incluso lo localizó en Estados Unidos, pero nadie ha cumplido la orden de aprehensión.
EN DEFENSA DE LAS MUJERES
La abogada Figueroa, ha luchado toda su vida en la defensa de las mujeres. Lo ha hecho desde todas las trincheras y muy en especial, la legal. Radio Nederland tuvo la fortuna de localizarla y hacerle una entrevista sobre los feminicidios en Chiapas, uno de los estados con mayor incidencia.
“Actualmente trabajo en un curso de capacitación sobre órdenes de protección y protocolos de feminicidio. La idea es que aunque ya está en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia Como Mecanismo de Prevención y todo lo demás, que implican base de datos y cosas así, es obvio que no sucede. Ya el año pasado y éste se visibilizó más el tema de feminicidios”, señala Martha Figueroa Mier.
“Fue tanta nuestra insistencia, gritos y sombrerazos que (el Gobernador, Manuel Velazco) por fin reaccionó. Que el insensible deje de hacer campaña, que ese inútil deje de besuquear viejitas para la foto; mejor que se ponga a trabajar”, recuerda la abogada.
Según ella: “El Gobernador llamó a una junta de emergencia pero como no ha leído la ley no se enteró de que el mecanismo existe y que en Chiapas se llama Consejo Técnico para Erradicar y Prevenir la Violencia y prevé las juntas de emergencia. El Gobernador juntó a sus secretarios y a sus legisladores para preguntarles: ¿Qué hacemos? ¡Nos las están matando! ¡Además yo salgo muy despeinado en el periódico! Descartaron una Alerta de Género, que es lo que correspondería de acuerdo a la ley, y promovieron un plan emergente para prevenir la violencia de género. Así le pusieron pues”.
“Nosotras tenemos la práctica, la experiencia de generar en San Cristóbal diez medidas bien concretas para prevenir y detener el feminicidio y a los feminicidas aquí en Chiapas, por lo menos en San Cristóbal. Estas diez medidas son las que marca la ley de protección y seguimiento a las víctimas. Hay que dar un seguimiento muy puntual a los casos de víctimas; hay que aplicar medidas locales o estatales de prevención y una de ellas es la capacitación”, dice Figueroa.
CAPACITACIÓN
En septiembre se capacitó a la Policía Municipal de San Cristóbal y vinieron algunos agentes de los alrededores, continúa con el relato la abogada. “Ahorita lo que estoy haciendo es capacitar en este tema a los Ministerios Públicos y a los encargados de las agencias por lo menos regionales; es decir, fiscales especializadas en atención a mujeres, a víctimas de agresiones sexuales, a víctimas domésticas, las dos de ventanilla o el Centro de Justicia para Mujeres, se programaron tres pero solo quedó uno; éste, en lugar de llamarse Centro de Justicia para Mujeres, dice Centro de Justicia para Grupos Vulnerables, pero no reciben mujeres indígenas porque el centro dedicado a los indígenas está a tres calles de distancia”.
La abogada y defensora de las mujeres continúa su relato: “Quedamos en que les iba a dar un curso, que se arregló con muchos trabajos; la Procuraduría se comprometió a aceptar críticas como parte de la capacitación. Se entiende, como dice la Alerta, que es algo para ayudar, ayudarnos sociedad civil y familia. Le señala a la Procuraduría donde están los hoyos, y la Procuraduría se compromete a escuchar y atender a las víctimas”.
“Eso generó casi inmediatamente pistas muy importantes e incluso el modo de detener a los feminicidas. Así empezamos a ver y a tener datos concretos de quiénes son los que matan en Chiapas: Siete de cada diez crímenes tiene como responsable a la pareja sentimental. En la media nacional entre el 34 y el 36% de los asesinatos, los responsables son los novios, esposos, amantes, compañeros sentimentales, el ex marido, el padre de los hijos. En Chiapas, ellos son el 72% de los asesinos. Siete de cada diez. Amores que matan”.
“Las medidas de protección que se piensan que son exclusivas para violencia doméstica van más allá y no solo son para la mujer víctima, para la pareja mujer sino que van más allá y abarcan familiares, testigos antes, durante y después de la violencia feminicida; antes y durante la violencia doméstica para que no haya después de un golpeador un feminicida”, aclara Martha Figueroa Mier.
PREVENIR
“Queremos prevenir la violencia sexual y ésta abarca incluso la prevención de embarazos no deseados. Tiene aspectos del Ministerio Público y judiciales y es parte de lo que les estamos enseñando. No saben cómo, tienen miedo. ¿Y si se va a un amparo...? ¿Y si me fincan responsabilidad como autoridad? ¿Y cómo voy yo a sacar a un señor de su casa? No, les decimos a las autoridades porque vas a salvar a una víctima antes de que la maten y siempre hay que buscar el bien mayor. Han leído pero no lo entienden, por eso la idea no es que se aprendan la definición que da el protocolo, sino que ellos la construyan, que logren ver el peligro inminente. Hay que chiapanequizar las leyes tal como lo hicimos con nuestra alerta de género autónoma”, cuenta la jurista.
Y recalca: “Desde el 2006 estamos investigando, definiendo bien la ley Violencia Feminicida, que es la que termina en la muerte de mujeres; también definimos la doméstica, la sexual en los ámbitos como el docente; la física, la emocional; hay que hacer estas diferencias. Es decir, la violencia doméstica se da en un ámbito; la sexual, la física, la psicológica, económica, se puede dar en ése u otros como el ámbito docente”.
“Construimos el tipo legal, elaboramos el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y luego nos enfrentamos a las preguntas, cómo lo llevamos para que se convierta en ley. ¿Cómo concretamos violencia doméstica en una ley en el tipo penal feminicidio? Después de muchos pleitos pudimos construir el feminicidio como delito, hay que llevar los juicios, hacer los cambios en los procesos. Es necesario capacitar a los operadores de la administración y la procuración de justicia”, concluye la abogada Martha Figueroa.